Muchas veces me cuestione el valor de seguir sufriendo-viviendo y como en un destello de iluminación me matricule en  el  diplomado. La experiencia de conocer y comprender los fundamentos de lo que nos hace humanos ha sido un proceso de transformación que no sólo me ha liberado de mi ceguera al recuperar el respeto por mi misma, sino que me ha permitido dejar aparecer un vivir convivir en el amar y el agradecimiento

Vivir el diplomado de Biología Cultural representó el convivir en un espacio amoroso hacia el ruido interno de mis inquietudes, representó la melodía que dio un nuevo aparecer en mi vivir humano.

Me acerqué a Matríztica queriendo un mayor bienestar en mi vivir, y aprendí a vivirlo, a la vez que entendí las profundas raíces de mi trabajo en la filosofía del Doctor Humberto Maturana y  de Ximena Dávila. ¡GRACIAS!

Escucharme a mí mismo es fundamental. Matríztica no es una teoría, es un entendimiento

Experimentar el reflexionar en Matríztica. Ya nada es igual. El conocer se expande. Modifica mi sentir. Me reconcilia con mi hacer, en íntima relación con los demás. Abrazo la calma, al fin.

La experiencia del diplomado es transformadora. Gatillado por los mentores logré distinguir aspectos de mi vivir y preguntarme ¿Qué vivir quiero vivir?